Propuesta para una interiorización de la disciplina escolar en la etapa de la adolescencia

Abstract

La disciplina suele ser una de las tantas preocupaciones que los docentes deben atender y casi siempre queda a criterio de cada uno cómo ha de ser manejada, entendida y aplicada. En base a disposiciones generales, cada profesor asume un camino y las herramientas que cree convenientes para que sus estudiantes sigan las normas aplicas en el aula. Producto de estas decisiones se crea un ambiente poco sano tanto para el estudiante como para el docente, debido a que se va gestando un “tipo de poder” que ejerce el docente al considerarse único responsable de actitudes y comportamientos disciplinarios de los estudiantes. Esta actitud pretende dar por solucionado el problema de establecer una disciplina modelo. Pero, al contrario de lo esperado, se crean más conflictos: Los estudiantes se resisten ante los reglamentos y las instrucciones de docentes y autoridades, rompen los parámetros que permiten una interacción de respeto entre quienes conforman la comunidad educativa; se hacen presentes los castigos y las sanciones que van desde humillaciones, críticas, amenazas, puntos menos, trabajos escolares que carecen de relación con la conducta castigada, hasta agresiones físicas. De esta manera se genera un ambiente disciplinario autoritario, que puede inducir a los estudiantes a adoptar actitudes pasivas para evitar problemas o conflictos y comportarse de manera distinta en ausencia de los docentes. Esta “metodología” aplicada en las instituciones educativas, suele dejar profundas huellas de dependencia en los estudiantes, debido a que no se les siente integrados en su proceso de aprendizaje, ni hacerse cargo de sí mismos, como personas responsables de sus decisiones, conscientes de ser parte activa de una sociedad que necesita respeto a los códigos de convivencia para una coexistencia armónica.