Concepciones y prácticas sobre la intervención psicosocial con agresores, desde la óptica de profesionales de la psicología que laboran en la ciudad de Quito. Producciones narrativas elaboradas entre noviembre del 2015 y marzo del 2016

Abstract

Desde el inicio los programas de intervención con hombres violentos reconocieron que este es un proceso complejo que requiere trabajar en la transformación de las relaciones injustas y degradantes hacia las mujeres, es necesario profundizar en la temática de violencia a partir de una fundamentación feminista. En la actualidad se evidencian dos tipos de categorías para intervenir con hombres que deciden ejercer violencia: la intervención que aplica solo procedimientos técnicos para el control de conductas y la intervención que articula una concepción feminista para el análisis profundo de esta compleja problemática. La concepción feminista plantea que los roles de género son construidos socialmente, esta construcción social responde a un sistema patriarcal que ha subjetivado a hombres y mujeres para que desempeñen roles poco equitativos, es por este motivo que se precisa deconstruir el imaginario y el accionar limitante de los roles tradicionales. Un concepto esencial al pensar en “agresores” es la masculinidad, actualmente se debate sobre los varones y la configuración dominante de las masculinidades. El sistema patriarcal tiene un modelo de masculinidad que jerarquiza al súper hombre, que se caracteriza por ser el proveedor, siempre está dispuesto a dar placer, no tiene miedo y resuelve sus problemas con agresiones para demostrar su fuerza, es decir expresar sus sentimientos es signo de debilidad. Por tal motivo es necesario cuestionarse, debatir y reconstruir los significados de masculinidad, este proceso no resultará fácil pero es imprescindible para entender las diversas modificaciones de las relaciones de género en los espacios públicos y privados.