Retrospectiva investigativa acerca de los efectos positivos en nuestro cerebro al jugar en todas las edades

Abstract

El siguiente estudio trata de entender el uso de la capacidad neuronal en el momento en que una persona se involucra en juegos recreativos y dar a conocer estos fundamentos a la población ecuatoriana; de manera que se observen los beneficios en nuestra neuroplasticidad cuando se expone a estas actividades. Esta investigación es justificada mediante la recopilación de datos que se han hecho entre diferentes artículos científicos, los cuales, dentro de sus medios, buscan explicar la ciencia de jugar y cómo esta es un factor presente dentro de la historia humana. En el momento de exponer a niños a actividades que consideren lúdicas ellos mejorarán su capacidad cognitiva y sus habilidades motoras; esto debido a que el factor de familiaridad de tener un historial amplio de jugar está presente: ellos relacionan los aprendizajes provenientes de las actividades con sus propias emociones. Si bien estos son conocimientos apoyados por la ciencia, muy poco se infiere en el efecto de jugar en la personalidad del adulto promedio. Debemos reconocer que jugar no es algo exclusivo para las edades jóvenes, sino que trae grandes beneficios para las edades adultas. El factor de familiaridad es igual de aplicable para esas edades y se puede observar en distintos juegos como el ajedrez, cartas e incluso deportes. La forma en cómo los adultos relacionan las actividades como positivas es debido a la competitividad que puedan generar. Cuanto más se estimulan nuestras capacidades al adentrarnos en estos ámbitos, nuestra capacidad de recibir información y nuestra resiliencia emocional mejorará considerablemente.